Desde este embarcadero podemos imaginar el viaje de las primeras Hermanas que con María Rosa emprendieron viaje a Mora de Ebro, para el primer colegio con internado.
Ahora nosotros nos quedamos en tierra. Aunque es un interesante paseo de recreo y que nos puede acercar a la experiencia de María Rosa y las Hermanas que fundaron en Mora de Ebro.
Desde este lado del puente, antes de cruzar el río Ebro vemos delante a la izquierda, la iglesia del Roser, en cuyo presbiterio se encuentra un mural con la imagen de María Rosa Molas. La iglesia está abierta muchas horas a lo largo del día, seguramente podremos entrar.
Y si levantamos la vista, en el horizonte podemos admirar el Monte Caro. Con sus 1.442 metros de altura es la cima más alta de la provincia de Tarragona.
"Nada hay más hermoso en la tierra que las obras del Creador", decía María Rosa.
Dejo el enlace para organizar el paseo en barca: www.benifallet.altanet.org/lo-llagut-benifallet
Un poco de historia
A orillas de este tramo del Ebro vamos a recordar otro momento de la historia que estamos reviviendo. La fundación en Mora de Ebro.
Allí fundó una escuela y un internado para señoritas. En el Reglamento del colegio publicado en diciembre de 1866, leemos: “dos partes tendrá la educación que se proponen en el Colegio: religiosa y moral, la primera; científica y económica, la segunda”.
María Rosa se preocupó en formar jóvenes íntegras, con una cultura humano-cristiana, “adaptada a la sana ilustración de la época”. Formación que las capacitaba para realizar su misión en la vida.
Una pregunta
¿María Rosa navegó por este río? Hasta principios del siglo XX, Tortosa era puerto fluvial justo por esta zona donde nos encontramos.
Tenemos noticia documentada de uno de los viajes que hizo María Rosa por esta vía fluvial, la primera vez que viajó a Mora de Ebro con cuatro hermanas más, para la fundación en este pueblo. Era el 7 de enero de 1865. Desembarcaron en Miravet, el pueblo anterior a Mora. Parece ser que el desembarco en esta parte era más fácil. Aquí les esperaban un grupo de personas representativas de Mora: el párroco con otro sacerdote, el teniente de alcalde y los propietarios que se disponían a colaborar con la obra del nuevo colegio. Iban en dos tartanas donde invitaron a subir a las recién llegadas. Lento caminar hacia Mora al caer de la tarde.
En ruta
Regresamos a Jesús para concluir la ruta en la Casa Madre.