Nos situamos frente al nº 13, una casa con puerta de arco que conserva la estructura del edificio del primer colegio para niñas dirigido por María Rosa.
Anteriormente el Ayuntamiento de Tortosa, viendo la buena marcha que había tomado la Casa de Misericordia, decidió encargar también la Escuela Pública de niñas, a las Hermanas. Pronto el prestigio de la escuela crece entre la sociedad tortosina y no quedan plazas vacantes. Esto nos sitúa en el año 1851.
Más adelante los cambios sociales afectarán también la marcha de esta Escuela, y las Hermanas se vieron obligadas a dejarla. Es cuando abren una escuela a su cargo en el lugar donde nos encontramos.
A nuestra espalda en el pequeño parque podemos ver la puerta de estilo neoclásico que daba acceso a la escuela pública.
Un poco de historia
El 19 de marzo de 1851 María Rosa se hace cargo de la escuela pública para niñas en esta calle Moncada, número 22, en el centro de la ciudad y en el lugar de la llamada Casa de Enseñanza. Tenía la escuela cuatro secciones con una hermana al frente de cada una: costura, encaje y calceta, además de las enseñanzas del catecismo y la parte literaria que a cada clase correspondía.
“La novedad, delicadeza de las labores y nuevos sistemas de enseñanza, contribuyeron a que contaran con numerosísimas alumnas. Por su importancia como clase oficial se consideró este centro como de los mejor retribuidos de la provincia, y así constaba en los presupuestos del ayuntamiento”.
Al depender de la administración pública, los cambios políticos no siempre fueron favorables a la presencia de las Hermanas en la Escuela, por lo que la Madre tuvo que defender en más de una ocasión su labor. Con la revolución “septembrina”, en el 1868, aumentan las dificultades que acabará con el abandono de la Escuela pública por parte de María Rosa y la apertura de un colegio privado de la Consolación.
María Rosa no renuncia a su empresa educativa en Tortosa. No puede permitir que las jóvenes tortosinas queden a merced de una educación laica. Por eso abre la escuela privada con las mismas Hermanas, a las que siguieron sus adictas alumnas.
La escuela privada ocupa la planta baja y primer piso de la calle Moncada nº 13. En ella también funcionará un pequeño internado.
En 1886 se instala este Colegio en la Calle de la Rosa, 12. Es un edificio más amplio con cuatro plantas. En 1940 se construye el actual colegio en la calle Argentina, 32.
Una pregunta
¿Qué hace María Rosa entre las jóvenes de la escuela de Tortosa?
Conoce las alumnas, asesora a las Hermanas, es el alma del nuevo establecimiento. Pone de manifiesto su profundo interés por la juventud, su esperanza siempre abierta al futuro, que esas mismas jóvenes van a construir.
Ángel de alegría y buen consejo, así nos la define su primer biógrafo, Sebastián León Tomas. Compañera, amiga. Todas se iban muy contentas de su compañía. A veces iban a visitarla en la Casa de Misericordia, el huerto era un buen lugar de esparcimiento. Entonces la Madre charlaba con ellas, escuchaba sus intereses, y en ocasiones compartían unos dulces. ¿Sería de su recetario? ¡Es posible!
En ruta
Pasaremos a la calle de la Rosa, ahí tomaremos nota de un testimonio de entre la mucha gente que conoció a la Madre. Una nota de curiosidad.
